domingo, 19 de agosto de 2012

"Moral y Luces son nuestras primeras necesidades"


Me 'enamoré' desde el primer día de este letrero que adornaba la entrada de nuestra escuelita nacional "Tamaré"... en realidad no sabía muy bien lo que significaban aquellas palabras, pero intuía que era algo bonito y muy importante... fue después de algunos años cuando tuve plena conciencia de lo que significaban y según han ido transcurriendo el tiempo y los acontecimientos, se ha afianzado en mí la creencia de que nuestro padre Simón Bolívar no escogió al azar el órden en el que colocó esas dos palabras, sino que sabía muy bien que sin moral las luces tienen muy poco que aportar a la causa de la humanidad.

Creo que los sentimientos de Libertad, Hermandad, Igualdad y Justicia nacieron conmigo, pero fue en mi nueva Patria, a tan corta edad y bajo el ideario de nuestro Libertador Simón Bolívar cuando comenzaron a desarrollarse dentro de mí como algo por lo que había que luchar...


Así comenzó mi ¡Caminar Bolivariano!... amando de una forma desmedida -como siempre lo hago, no sé amar de otra manera- a Simón Bolívar y sus enseñanzas... al año de haber llegado a Venezuela y viviendo ya en San Carlos en mi querido estado Cojedes me encontró Traslita llorando desconsoladamente, pues había leído en el libro de historia de mi hermano, la última proclama del Libertador Simón Bolívar en su lecho de muerte...


"A los pueblos de Colombia
Colombianos
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.

Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.
Simón Bolívar"


*(Colombia: Su superficie correspondía entonces a los territorios de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela) 

¡Estos ideales sublimes y nuevos para mí, que siempre había sido una niña soñadora y muy libre me causaban mucha emoción y entusiasmo... desde entonces la idea de un mundo donde la libertad, la igualdad, la hermandad y la justicia sean nuestras únicas leyes ha sido mi credo, mi religión... mi vida!

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