sábado, 14 de julio de 2012

¡El Topo del Drago!


Y... con abuela Lola en el ¡Topo'eldrago! comenzando una nueva etapa de nuestras vidas.


Para mí como siempre todo era motivo de alegría y el nuevo cambio me llenaba de ilusión, para mi hermano no sé lo que significaría todo aquello, él siempre ha sido muy callado y le cuesta mucho exteriorizar lo que siente, pero puedo imaginarme que debe haber sido muy dolorosa para él la partida de mamá.


El pajero de abuela Lola desde muy niña me ha parecido mágico, fue y sigue siendo parte importante de mi vida. Cuando vivíamos allí con abuela había al lado de la aljibe una palmera muy bonita, la cuál nos daba cada Semana Santa unos "palmitos" preciosos para llevar a la Iglesia el Domingo de Ramos, a mí me daban el más abierto y tenían que amarrarlo con una cinta rosada y hacerle un lazo, cosa que no me importaba en lo más mínimo, pues como siempre le daba la vuelta al 'detalle' y veía mi palmito hasta más bonito que los demás...
en los alrededores del pajero sembraba abuela las papas, el trigo y la cebada para hacer la harina del gofio y el resto del terreno estaba lleno de 'almendreros' que aún hoy siguen siendo ¡mi pasión!

... en los meses de verano cuando las hojas de los almendreros se secaban, mi trabajo al regresar de la escuela y después de almorzar, era ir a recoger en un 'cesto de mano' las hojas que habían caído al suelo y que servirían de alimento para nuestra cabra, así nos daría más leche con la cuál nos hacía abuela Lola un queso ahumado sencillamente 'exquisito'... me encantaba mi trabajo, me gustaba tanto sentir las hojas secas en mis manos... crujientes, livianas y con aquel color 'oro pálido' tan bonito...  me quedaba embelesada después viendo como se cuajaba la leche, como abuela le iba dando forma al queso, primero con las manos y después en el aro... y al día siguiente con cuanta emoción lo observaba en el 'cañizo' que estaba sobre el fogón de leña donde abuela cocinaba, tomando aquel color amarillo que le daba el humo y aquellas bellas rayas de un tono un poco más oscuro que le iban dejando las tablitas.  Hoy en día cuando voy a comprar queso de cabra ahumado, siempre escojo el más amarillito y con las rayas más acentuadas... ¡así lo hacía abuela Lola! 

¡La tía Remedios... nuestra querida tía Remedios!

Cuando mamá viajó a Venezuela aunque vivíamos con abuela Lola en el pajero, tía Remedios asumió el rol de 'mamá' para nosotros, se ocupaba de vestirnos para salir, de mis 'cortes de pelo' y de todo aquello para lo que abuela Lola 'no tenía gusto'...  
disfrutamos a su lado y al lado de tío Federico, su marido, momentos inolvidables... como aquellos días de verano en ¡la era! para trillar el trigo y la cebada... me encantaba su caldo de lentejas que nunca faltaba para esas fechas y aquellas noches extraordinarias cuando dormíamos todos en la era para cuidar el grano trillado, pero que todavía faltaba 'aventarlo' para sacarle los restos de paja...todavía recuerdo el olor de la paja sobre la que tendíamos las mantas para acostarnos y la sensación de inmensidad al observar acostada boca arriba las copas de los pinos y más allá, en el firmamento, aquel indescriptible manto de estrellas... no podía conciliar el sueño embrujada por tanta belleza... aunque era muy pequeñita ya tenía la capacidad de sentirla en todo su esplendor y en lo más íntimo de mi ser. 

En  esos días maravillosos en la era: Tía Remedios, la abuela María -mamá de tío Federico- tío Federico, el tío Eugel y abuela Lola

Muchas cosas podría contar de mi inolvidable tia Remedios... pero pienso que si hay algo que podría destacarse de tía era su pasión por las fiestas, le encantaba 'no perderse ni una' y en el tiempo que estuvimos a su lado fuimos a varias... 

aquí estamos en la fiesta de San Antonio... tía Remedios, tío Federico, mi hermano, mi prima y yo 'con mi mano en la cintura'  sin poder ocultar mi satisfacción, pues al igual que a tía... ¡me encantaba y me encanta una fiesta!

... tía 'tu peludita' como te gustaba llamarme te recuerda y te recordará ¡siempre!



El tío Federico!

He conocido muy pocas personas con la dulzura, la humildad, la serenidad, la sencillez, la bondad y la ternura de tío Federico... de verdad que me faltan las palabras para hablar de Él...

lo recuerdo cuando llegaba de la costa con su cesto lleno de higos 'tempranos'... todos sus sobrinitos parecíamos un enjambre de abejas alrededor del cesto... jamás olvidaré su cara de regocijo al retirar las hojas de higuera que tapaban los higos y ver nuestras caritas golosas esperando que nos los repartiera...

lo recuerdo haciendo y secando nuestras 'horquetas' para ayudarlo a recoger el pinillo, pues siempre que podía le gustaba llevarnos con él a sus labores del campo...

lo recuerdo en la temporada de las 'nacidas' cuando nos hacía con ellas unos ricos pinchos en palitos de brezo, como me gustaba observarlo con la paciencia que las iba ensartando: primero las grandes y después de acuerdo al tamaño las iba colocando en el pincho hasta terminar con las más pequeñas, después de asarlas les echaba sal gruesa y nos los iba repartiendo como siempre... ¡entre todos sus sobrinos!

Así era nuestro tío Federico, generoso y cariñoso... y cuesta decir "era" porque cuanto nos gustaría tenerlo con nosotros... ¡era tan divertida y entrañable su presencia!

Una de sus últimas anécdotas que tiene que ver conmigo, fue hace unos años cuando yo empece a visitar de nuevo mi pueblito y a no perderme 'ni una de las fiestas'... parece ser que le fueron con uno de esos 'cuentos' tan típicos de los pueblos pequeños... y él tan discreto, condescendiente y genial como siempre se limitó a comentar: "¡no sé yo esa chica de Trasla... dicen que viene caminando sola a las cinco de la mañana después de las fiestas por esa trinchera... no sé yo!"

... siempre te recordaré y te amaré Tío Federico como alguien muy especial en mi vida!


2 comentarios:

  1. Simplemente precioso este pedacito de tu vida con el cual me llegan recuertos muy similares a los tuyos, momentos entrañables e inolvidables también para mi, primita,....qué penita que ya no están, que penita que tuvieron que irse ....!!

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  2. Un beso grandote mi primita linda!

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